es un nombre que viene de África, lo descubrí en uno de mis viajes y me ha acompañado desde 2002 cuando creé Mayula Flores en Zaragoza, pero mejor os cuento la historia…
Cuenta una leyenda que había una niña llamada Mayula que hablaba con los baobabs y estos árboles milenarios la guiaban desde su profundo conocimiento. Los sabios de la aldea siempre la escuchaban. Para mí el nombre engloba mis pilares como florista y como artesana:
-Observar y escuchar a la naturaleza.
– La curiosidad de una niña.
– La experiencia y la sabiduría de los años (de profesión).
En 2020 hice un cambio radical de vida y me mudé a Hendaya por amor. Si, así tal cual, porque además de curiosa y observadora soy una romántica. Por supuesto continúo rodeada de flores y en mi taller encuentro la calma y la tranquilidad para seguir creando. Estoy muy cerquita de la frontera, lo cual facilita el envío a toda la península, y por supuesto, envío mis creaciones a mi ciudad de origen, Zaragoza.
Encarni (Incar) y Marta, dos personalidades diferentes pero complementarias. Cailloux es como llaman en Francia, donde vivimos, a los «guijarros», esas piedrecitas que son sinónimo de juego e infancia. 1,2,3…Cailloux es también nuestro proyecto común.
Tenemos metodologías distintas, pero ambas creemos en la máxima de que «menos es más». Si observas detenidamente podrás ver que las creaciones de cada una son muy diferentes porque cada cuadro tiene una pequeña parte de nosotras…. Incluso a veces trabajamos al alimón y esos son los cuadros que más nos gustan a las dos.
Todos los cuadros que hacemos son piezas únicas hechas con mucho cariño.
Nuestro deseo es que alegren a las personas que los contemplen.
Nuestra mayor recompensa es ver a la sonrisa en los ojos de la gente cuando mira nuestros cuadritos.
Si adoptas uno para ti o para regalárselo a alguien, le haremos una fiesta de despedida, le pondremos su traje de domingo (lo empaquetaremos con mucho cariño) y estaremos felices de que encuentren un hogar.
Y seguiremos creando y jugando.